ANALISIS DE LA REALIDAD NACIONAL DEL ECUADOR*



Nidia Arrobo Rodas**

  1. Situación Política:


Se dice que Ecuador está gobernado por régimen democrático únicamente porque cada cuatro años nos convocan para participar en elecciones “libres y directas”. Pero democracia real no existe ya que si analizamos desde el punto de vista de los derechos humanos y de los Derechos de los Pueblos Indígenas, no solo que no se cumplen sino que éstos se violan permanente y sistemáticamente.


La inestabilidad política ha sido la tónica del devenir democrático de nuestro país, desde que se superó la época dictatorial de los años 70, por lo que en 26 años de la llamada “Época de retorno a la democracia” solo tres presidentes han concluido sus períodos presidenciales. Desde 1997, en nueve años, hemos tenido al menos ocho jefes de estado, lo cual imposibilita la gobernabilidad y articular políticas de estado a favor del pueblo.


El Estado Ecuatoriano está integrado por los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que normalmente tienen que guardar independencia entre ellos, pero que históricamente se han producido graves episodios de interferencia. Uno de los problemas más graves que afecta directamente a la democracia ecuatoriana es la corrupción, mal que se halla extendido en todos los espacios gubernamentales. Varios ex – presidentes, ex ministros de estado y ex - funcionarios públicos se hallan en EE.UU, Panamá, Costa Rica y México disfrutando de millones de dólares robados al erario nacional y gozando de impunidad.


La crisis de gobernabilidad llegó a su climax hace un año cuando el Ex Presidente Gutiérrez, disolvió la Corte Suprema de Justicia y captó para sí el Congreso Nacional, en un hecho sin precedentes de nuestra historia con lo cual quedamos en una situación prácticamente de dictadura que nuestro pueblo no la soportó. En abril del año pasado el proceso llamado “la rebelión de los forajidos” terminó con el poder del corrupto Gutiérrez, y desde entonces asumió la Presidencia Alfredo Palacio, médico cardiólogo, quien fue su vicepresidente.


La actualidad política nos remite a la presencia de un gobierno interino que termina justo el presente año y que tiene que llamar a elecciones presidenciales. El gobierno de Palacio –a casi un año de haber asumido el poder -está en deuda con el pueblo, pues el mandato del movimiento forajido del mes abril del año pasado incluía la Refundación del país mediante la Reforma Política del Estado, el llamado a una inmediata Asamblea Nacional Constituyente y a una Consulta Popular sobre el TLC. La incapacidad del gobierno interino ha imposibilitado que esas demandas sean cumplidas; y únicamente por manejos de tiempos políticos se ve avocado a llamar a elecciones presidenciales para finales de este año pero sin haber posibilitado un solo cambio: ni en la Ley de Partidos, ni en el Tribunal Supremo Electoral, ni en la Ley de Cuotas y Propaganda Electoral, con lo cual se prevén elecciones amañadas que repetirán lo que nuestro pueblo dice: “más de lo mismo”. Cabe anotar que en Ecuador, los partidos políticos no gozan de la más mínima aceptación popular, ni credibilidad.


En esta coyuntura, el pueblo ecuatoriano se debate en la incertidumbre y desesperanza. No cree en el Régimen de Partidos, ya que los diferentes partidos políticos sean de derecha, centro o izquierda durante todo este tiempo dentro y fuera del Parlamento, se han sumado únicamente a componendas y amarres en lo que se ha dado en llamar el “reparto de la troncha”.


A pesar de que aún no se llama oficialmente a elecciones, ya suenan al menos 20 candidatos que están en plena campaña: por el Partido Social Cristiano que es de ultraderecha, se perfila Cyntia Viteri, actual vicepresidenta del Congreso que quiere capitalizar el voto femenino aprovechándose de la última experiencia chilena. Entre los populistas suenan: Humberto Guillem viejo polítiquero manabita por el PRE, partido de Abdalá Bucaram; Alvaro Noboa, uno de los multimillonarios de América Latina que intenta por tercera vez acceder a la Presidencia; el propio Lucio Gutiérrez que luego de haber permanecido seis meses en la cárcel fue sobreseído por la Corte Superior de Justicia, pero que tiene pendientes seis casos por enriquecimiento ilícito; otro por la muerte de Julio García, fotógrafo chileno, durante la represión de abril; y por haber dejado al país en estado de conmoción nacional y avocado a una guerra civil. Por la “izquierda” se postulan varios candidatos: León Roldós, Ex vicepresidente de la República, apoyado por la Izquierda Democrática y su propio movimiento político; Rafael Correa, Ex Ministro de Economía del actual régimen interino, que trata de capitalizar el descontento de las mayorías y no tiene respaldo de partido político alguno; Eduardo Delgado, ex sacerdote salesiano que lidera un movimiento denominado “Ecuador Decide”. Por otro lado también está en campaña Marco Proaño Maya, desafiliado del partido de Abdalá Bucaram que intenta captar algunos votos de sectores gremiales y jubilados a favor de quienes ha trabajado desde el Congreso; y Luís Villacís por el Movimiento Popular Democrático (de ideología marxista leninista).


El gobierno de Palacio es totalmente incompetente. En 11 meses de gestión gubernamental ha cambiado 5 veces de ministro de gobierno; 3 de la cartera de Economía, 2 de Bienestar Social; 2 de Agricultura y Ganadería. Ha enfrentado al menos 50 paros de todo tipo en demanda de recursos; no ha podido controlar la inflación que para una economía dolarizada el 6% es irresistible. En fin, no se siente que el presidente tenga un proyecto político definido y parece que solo espera que el tiempo pase para dejar el poder. En otro orden de cosas actualmente el gobierno de Palacio enfrenta una ola de paros y huelgas entre los cuales los más relevantes son el paro amazónico, que afectó la producción y exportación petrolera primer renglón de ingresos del país; el paro de las provincias del centro norte en demanda de recursos para obras provinciales; y, las movilizaciones indígenas en contra del TLC y por la caducidad de los contratos petroleros con la transnacional OCCIDENTAL. En dos semanas de movilizaciones que fueron creciendo, hay un indígena fallecido en Cañar; se cuentan por decenas los heridos, tres compañeros perdieron un ojo por la represión; hubo muchos detenidos y las ciudades del país se desabastecieron. A los 10 días de paralización, que en principio fue minimizada, el Presidente Palacio decretó “estado de emergencia” amparándose en la Ley de Seguridad Nacional, de manera que miles de militares salieron a calles, plazas y carreteras reprimiendo e impidiendo las manifestaciones indígenas.


Por otro lado, a pesar de que el presidente de la república no manifiesta públicamente estar a favor de la firma del TLC, es evidente su voluntad de hacerlo. Mantiene al equipo negociador con todas las prebendas y canonjías; da su apoyo irrestricto a los negociadores; mantiene reuniones permanentes con las cámaras de industriales y exportadores; convoca y pide apoyo a los dueños de los medios de comunicación para potenciar campañas subliminales a favor del TLC y en contra de los pueblos indígenas. Es así como durante la última semana se ha desatado una sistemática acción mediática propagandística explícitamente a favor del TLC y abiertamente racista, tratando no solo de deslegitimar la lucha indígena sino aún promoviendo manifestaciones callejeras en rechazo a la lucha indígena, y exigiendo la salida de sus cargos a prefectos y alcaldes indígenas. Como nunca estamos viviendo algo así como “terrorismo mediático”.


La dependencia del imperialismo es denigrante. Los gobiernos de turno han venido siendo alfombras del Gobierno USA. Sistemáticamente el FMI continúa presionando con sus “cartas de intensión” y medidas de ajuste estructural para “garantizar” el pago total y sin retardos de la deuda externa. La Base Norteamericana en Manta, amenaza nuestra soberanía nacional, y los problemas del Plan Colombia traspasan las fronteras colombo-ecuatorianas; cada vez son más las incursiones de las fuerzas colombianas en territorio ecuatoriano y se multiplican los desplazamientos internos de nuestros compatriotas y la llegada de refugiados colombianos.


  1. Situación Socio - Económica:


Ecuador está dolorizado desde el año 2.000. Pasó traumáticamente a la dolarización luego de un feriado bancario que congeló por un año todos los depósitos de los ecuatorianos, la mayoría de los cuales nunca se restituyeron, y los que se devolvieron se “licuaron” al pasar la cotización de 5.000 sucres por dólar a 25.000. Las pérdidas fueron enormes e incalculables. Las consecuencias funestas. Cerraron 17 bancos; quebraron más de 3.000 empresas; se perdieron miles de puestos de trabajo; y comenzó un violento proceso de emigración de compatriotas que sin horizonte ni perspectivas de vida digna en el país, en estampida salieron rumbo a España y EE.UU. Actualmente se calcula que en seis años al menos tres millones de ecuatorianos han emigrado; y las remesas provenientes de las familias constituyen el segundo rubro de ingreso de divisas, después del petróleo.


Nuestro país es un país de contrastes. Es uno de los países con mayor inequidad en el continente! El 20% de población de más altos ingresos concentra el 63.4% de los ingresos nacionales y el 20% más pobre de la población percibe en total solo 2.16% de ellos. Los ingresos del 5% más rico superan en no menos 60 veces a los del 5% más pobre.


Un grupúsculo de 10 familias millonarias “dueñas del país” controlan el 62% de las divisas provenientes de las exportaciones. De éstos sólo el Grupo Noboa, mantiene una fortuna de 1.200 millones de dólares equivalente al 5% del PIB; mientras que el 80% de ecuatorianos -según estadísticas de UNICEF-está bajo la línea de pobreza crítica, y sobreviven con menos de un dólar diario.


Uno de los más acuciantes problemas económicos histórico-estructural es el de la Deuda Externa que absorbe el 72% de las exportaciones. Para pagar puntualmente los servicios de la Deuda se destina el 48% del presupuesto general del Estado, en contraste van sólo el 2.8% para salud y el 3% para educación pública. De allí que estos servicios básicos estén progresivamente en proceso de privatización.


En nuestro país la educación pública no es gratuita; sus costos cada año crecen; el costo de la matrícula es de $25 por niño; el año pasado a consecuencia de esto, 500.000 niños se quedaron al margen del sistema educativo por falta de medios económicos. El actual ministro de educación está tratando de llegar a la meta del siglo: la universalización de la educación primaria, pero dudamos que esta meta se cumpla por el enorme déficit presupuestario. En lo relativo a salud, la situación es también crítica, tiene costo la consulta en hospitales públicos y centros de salud, desde hace unos 8 años los pacientes tienen que comprar todas las medicinas, para hospitalizarse los costos mínimos son 10 dólares, cuestan las cirugías entre los 150 y 800 dólares según el órgano afectado; y si tiene que hacerse curaciones el paciente debe llevar gasas, mertiolate y esparadrapo. Además si hay huelga de brazos caídos de médicos y enfermeras, por falta de presupuesto para cancelar luz, agua y teléfono, los centros de salud y hospitales cierran y desconectan hasta los enfermos de terapia intensiva y los colocan en la calle.


El modelo neoliberal vigente en nuestro Ecuador es el que ocasiona las inequidades, exclusión e injusticias que soportan nuestros pueblos porque es un modelo que tiene como motor de acción la plusvalía y que consiente la acumulación y la concentración de capitales en pocas manos.


En Ecuador, funcionan la tercerización que asegura al sistema, mano de obra barata y la maquila sobre todo en la producción de flores y brócoli, actividades en las cuales priorizan el trabajo de jóvencitas indígenas, a quienes las aceptan sólo por tres meses, sin seguro ni beneficios sociales y con horarios de 10 horas diarias de lunes a domingo. Es creciente la presencia de enfermas de cáncer de piel y de las vías respiratorias por el abuso de químicos sin ninguna protección. Igual cosa ocurre con la industria textil y de confección.


El desempleo y subempleo aumenta día a día. La esperanza de los jóvenes está puesta únicamente en el éxodo hacia el exterior. La emigración campo-ciudad crece por falta de oportunidades productivas en el agro y en las grandes ciudades como Quito y Guayaquil se multiplican los suburbios, el hacinamiento, la delincuencia, la inseguridad ciudadana.


  1. Situación de Pueblos y Culturas:


Una de las mayores riquezas que posee nuestro país a más de su portentosa biodiversidad –ya que está catalogado como país mega diverso- es la existencia de trece nacionalidades indígenas y catorce pueblos indígenas que desde sus ancestrales valores culturales y cosmovisiones aportan al desarrollo del estado - nación y de la sociedad ecuatoriana.


En la zona andina habitan los Kichwa que constituye la nacionalidad con mayor cantidad de población indígena. En la región amazónica también están los Kichwa junto con los Shuar, Achuar, Siona, Secoya, A’i Cofán, Waorani, Shiwiar y, Zápara; en la Costa encontramos a los Tsa’Chila, Chachi, Epera y Awá Koaiquer. Entre los pueblos indígenas que pertenecen a la nacionalidad Kichwa existen los Karanki, Natabuela, Otavalo, Kayambi, Kitu-Kara, Panzaleo, Waranka, Chibuleo, Salasaka, Puruhá, Kacha, Cañari, Saraguro. Cada una de las nacionalidades indígenas tiene su propia lengua, cultura y cosmovisión y aportan significativamente en el mantenimiento de valores ancestrales, en la construcción de una sociedad intercultural y en la preservación del medio ambiente; su amor filial a la Pachamama así lo demuestra.


Todos los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador están organizados local, regional y nacionalmente. Existen tres grandes organizaciones regionales: El ECUARUNARI, de la Sierra; la CONFENIAE, en la que están todas las nacionalidades de la Amazonía; y, CONAICE, en la cual convergen las nacionalidades de la Costa. Estas tres grandes organizaciones regionales integran la CONAIE, organización nacional que constituye el espacio autonómico de gobierno de pueblos y nacionalidades. Como tal la CONAIE es una organización única en el continente; desde su constitución en 1.986 ha venido trabajando por fortalecer la unidad en la diversidad de pueblos y culturas y, por la construcción del Estado Plurinacional que garantice la vida y el desarrollo con identidad de los Pueblos Indígenas del Ecuador.


A lo largo de su existencia la CONAIE se ha convertido en la primera fuerza política organizativa, propositiva y movilizadora del país. Ha sido protagónica de ejemplares levantamientos indígenas que han logrado visibilizar los pueblos indígenas; introducir cambios constitucionales trascendentales; legalizar tierras y territorios; ratificar el Convenio 169 de la OIT; incluir los derechos de los pueblos indígenas en la Constitución vigente; y, hasta derrocar gobiernos corruptos.


La exclusión, la discriminación y el racismo, inherentes a la ideología capitalista, han sido aspectos que históricamente han atropellado los derechos históricos de los pueblos indígenas. Aún actualmente los problemas que enfrentan son de grandes magnitudes; por ejemplo:






El empobrecimiento creciente; la falta de recursos; la desnutrición crónica; el analfabetismo que en algunas comunidades indígenas supera el 80% entre las mujeres; los altos índices de mortalidad infantil; la falta de medios para la profesionalización de los jóvenes, constituyen factores que mantienen a pueblos y nacionalidades en situación de pobreza crítica. Si a esto sumamos la creciente pérdida de identidad y de valores ancestrales vislumbramos un panorama difícil para lograr la subsistencia de pueblos y culturas milenarios. Con cuanta razón Mons. Leonidas Proaño, nuestro Profeta, nos decía: estamos en la última hora de los pueblos indígenas, tenemos que hacer ingentes esfuerzos para que no desaparezcan.


  1. Situación Eclesial:


Desde la realización del Concilio Vaticano II y de las Conferencias de Medellín y Puebla la Iglesia Latinoamericana cambió su rostro. Sectores importantes de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos hicieron la opción preferencial por los pobres y empezaron a construir la Iglesia pueblo de Dios, comunidad de comunidades.


En Ecuador esta transformación eclesial fue liderada por Mons. Leonidas Proaño, Obispo de los Pobres, Obispo de los Indios, Santo Padre de la Iglesia Latinoamericana. Desgraciadamente, la jerarquía eclesiástica ecuatoriana en su conjunto no hizo esta opción preferencial por los pobres y por la pobreza1, por lo que al interior de nuestra iglesia ecuatoriana se puede ver claramente al menos dos tendencias: una, la de la iglesia institucional aliada al poder y defensora del status quo, y la otra, la iglesia de los pobres integrada por comunidades eclesiales de base, algunos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que nos esforzamos por ser coherentes con la construcción del Reino de Dios y su justicia, con la vida del pueblo empobrecido y excluido y el Evangelio Liberador.


Durante el presente año el pueblo ecuatoriano y los pueblos indígenas han soportado un empeoramiento en sus condiciones de vida. Momentos críticos como las jornadas de abril del 2005, las movilizaciones sociales contra la deuda externa, la base de Manta, el Plan Colombia; y los levantamientos indígenas contra el TLC han sido siempre secundados por cristianos de base de la Iglesia de los pobres. Pero desde la iglesia institucional, sistemáticamente hemos escuchado únicamente llamados a la “paz” y a la “cordura”, a la necesidad de entrar en negociación y diálogo con el poder constituido. Lo único alentador -a favor del pueblo- que hemos escuchado de parte de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana en estas últimas jornadas de lucha contra el TLC y la OXY, ha sido el pronunciamiento que hicieron los obispos pidiendo al gobierno que acoja el llamado de Consulta Popular formulado por la CONAIE y los movimientos sociales.


Frente al álgido problema estructural ocasionado por el modelo neoliberal y la globalización capitalista, hasta ahora no hemos escuchado pronunciamientos proféticos denunciando la miseria del pueblo y el enriquecimiento creciente de unos cuantos. La C.C.E. tampoco ha condenado la deuda externa que es inmoral, antievangélica y antiética y constituye un mecanismo de extorsión de nuestro pueblo. Frente a las políticas del FMI, el Plan Colombia, la base de Manta hay un silencio cómplice.


Muy por el contrario en meses pasados sufrimos la afrenta al conocer –por denuncia de la fiscalía- que desde la CEE altos jerarcas de nuestra Iglesia, en plena crisis financiera del 2000, para tratar de “salvar” sus capitales, el de diócesis, comunidades religiosas y personas particulares, organizaron fideicomisos y realizaron un enorme negociado mediante el cual adquirieron 135 bienes inmuebles (haciendas, edificios, terrenos, departamentos, oficinas y casas lujosas) por el valor estimado de 8´117.429,68 (Tintají no. 86, marzo 2006) que se entregaron como dación en pago por medio de Certificados de Depósitos Reprogramables, ocasionando un perjuicio al estado por el orden de al menos 6,7 millones de dólares. Los mecanismos utilizados para realizar estas operaciones, según la fiscalía fueron, constituir dos grandes empresas Ervo y Cayuga Corporation en las Islas Vírgenes Británicas en el Caribe, a fin de evadir impuestos y gravámenes y, hacer constar nombres de personas de su confianza, porque las leyes nacionales prohíben a los religiosos actuar en asuntos financiero – comerciales. El affaire salió a la luz pública cuando descubrieron además que uno de los inmuebles, avaluado en 180.000 dólares había sido adquirido por uno de los prelados en 1,350 dólares y que otro arzobispo había adquirido otro apartamento y constituido empresas nacionales tales como Faintek, Imbaterra e Imbabienes siendo él mismo accionista junto con otros personajes de dudosa reputación. La curia, sostuvo la prensa, se convirtió en un actor financiero, lo cual es totalmente contrario al mensaje evangélico y al ejemplar testimonio de las primeras comunidades cristianas que obedeciendo el mandato del Maestro “Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común” (Hechos 4, 32)

En lo referente al endeudamiento externo, nunca la Iglesia Institucional ha sido profética. Muy por el contrario sus acciones siempre han estado encaminadas a buscar para sí financiamiento extra mediante compra de tramos de la ominosa e inmoral deuda externa2.


En el verano pasado se evidenció la crisis al interior de la arquidiócesis de Quito por el enfrentamiento del Sr. Arzobispo con los cristianos y sacerdotes de la Iglesia del Inti. En esa parroquia pobre ubicada en el Sur de Quito, dos sacerdotes españoles mantenían una pastoral de conjunto, liberadora; crearon una escuela aconfesional y gratuita para los niños pobres del sector; y, dieron prioridad al trabajo de los laicos. Fricciones con el Sr. Arzobispo siempre se dieron. El problema se agudizó cuando el Sr. Arzobispo demandó o que esa escuela sea católica o que los sacerdotes abandonen la parroquia… Los cristianos defendieron a sus párrocos por todos los medios posibles, hasta con una huelga de hambre, pero el arzobispo no cedió. Nombró otro párroco, intentó prohibir el funcionamiento de la escuela en los locales construidos con aportes de amigos españoles y trató de que los sacerdotes regresaran a su patria… Los sacerdotes decidieron quedarse bajo autoridad directa de su obispo. Actualmente la escuela de Santa María del Inti continúa siendo fuente de aprendizaje y formación de los niños de la barriada y los fieles continúan fortaleciendo las Comunidades Eclesiales de Base y su compromiso liberador.


Otros asuntos que nos mantienen preocupados son:






Desde la Iglesia de los pobres, tratamos de unirnos, coordinarnos y organizarnos. Desde la Fundación Pueblo Indio del Ecuador vemos la necesidad de articular esfuerzos comunes con una visión y praxis macroecoménica que de prioridad a la espiritualidad desde la cosmovisión indígena y el evangelio liberador. Varios de estos esfuerzos provienen de la creación de articulaciones de las CEBs urbanas, campesinas e indígenas; del nacimiento del Movimiento Mons. Leonidas Proaño que ya posee la formulación de su anteproyecto de constitución; de la creación de la CAPIP (Coordinadora de Agentes de Pastoral de la Iglesia de los Pobres); el trabajo de integración de los sacerdotes casados3 en la organización nacional llamada “Yaguarcocha”; de la articulación permanente de los cristianos en las luchas del pueblo; y de la participación proactiva en el Foro Social Mundial capítulo Ecuador.


Entendemos que nuestra Iglesia pobre y de los pobres, para poder decir al tullido “En nombre del Mesías Jesús, el Nazareno, camina”, tiene que decir antes “No tengo oro ni plata pero te doy lo que tengo” (Hechos 3, 5)


“Creo en la Iglesia. Me siento como una parte pequeñita pero viva de Ella. Después del Concilio, la he descubierto como comunidad concreta, como familia llamada a ser signo de fraternidad en medio de este mundo. La amo entrañablemente y porque la amo me duelen como en carne propia sus desvíos”


Hago mías estas palabras de Monseñor Leonidas Proaño.

Quito 26 de abril del 2006



* Análisis presentado en el Encuentro Internacional de Sicsal realizado en Caracas – Venezuela del 30 de marzo al 5 de abril del 2006


**Directora Ejecutiva de la Fundación Pueblo Indio del Ecuador, delegada al Encuentro.

 


1 “La auténtica opción por los pobres no se agota en remediar las pobrezas y miserias del momento, campo inmenso de la inagotable caridad cristiana. La opción por los pobres tiene una dimensión social, política, estructural: ataca de raíz a la injusticia institucionalizada, al sistema que produce ricos cada vez más ricos, empobreciendo a los pobres”. Padre Agustín Bravo, Ex Vicario de Mons. Proaño, en “Lavado de narco dólares en agua bendita?”, publicado en “Punto de Vista” Numero 453 del 28 de enero de 1991

2 “ El 29 de agosto de 1989, Mons. Mario Ruiz, entonces Secretario de la Conferencia Episcopal, anunció, con aires de Evangelio, que, después de un largo proceso, se ha conseguido del Gobierno ecuatoriano, la autorización para comprar “tramos de la deuda externa y convertirla en sucres”. Esos tramos serían comprados con dólares provenientes en su mayor parte, de la Arquidiócesis de Munich”.

¿Qué pecado hay allí? El pecado original está en la compra de esos famosos tramos de nuestra deuda externa, esa deuda eterna que no contrajeron los pobres ni ha beneficiado a los pobres, esa deuda ya mil veces repagada, esa deuda imposible de ser pagada, esa deuda que, en conciencia, no debemos pagar.”

Y la Conferencia Episcopal, con la vergonzante actitud asumida, no sólo reconoce la justicia de esa deuda, sino que contribuye eficazmente a pagarla, hipotecando su libertad”. Padre Agustín Bravo, Ex Vicario de Mons. Proaño, en “Lavado de narco dólares en agua bendita?”, publicado en “Punto de Vista” Numero 453 del 28 de enero de 1991.

3 Este colectivo realizarán el próximo Jueves, Viernes y Sábado Santo un encuentro Latinoamericano.